Todo empresario aprecia lo que hace. Sea un producto o servicio lo que comercializa, suele pensar que éste es diferente, único, que nadie lo hace como él mismo. En muchos casos se habla, incluso, de un know-how o “saber hacer” propio.

Pero ¿cómo podemos saber si en nuestra empresa tenemos verdaderamente un know-how?

Al respecto, puede ser interesante conocer los requisitos que exigen los tribunales para apreciar que existe know-how.

Lo primero que habría que advertir es que el concepto de know-how es difuso. Así lo reconoció el mismísimo Tribunal Supremo en Sentencia de 21 de Octubre de 2.005 al admitir que es un concepto impreciso y variable en atención a las distintas modalidades de negocio.

A continuación, esta misma Resolución habla de “conocimientos secretos de orden industrial y comercial”. De aquí ya se podría extraer una primera característica: el know-how se identifica con conocimientos secretos referidos indistintamente al campo industrial o comercial, incluidos los aspectos organizativos de la empresa.

Los mismos tribunales han dado una definición de know-how. En sentido amplio, se ha definido el know-how como “conocimiento o conjunto de conocimientos técnicos que no son de dominio público y que son necesarios para la fabricación o comercialización de un producto, para la prestación de un servicio o para la organización de una unidad o dependencia empresarial, por lo que procuran a quien los domina una ventaja sobre los competidores que se esfuerza en conservar evitando su divulgación”.

De esta definición se extraen, pues, los tres requisitos legales del Know-how:

1) debe ser un verdadero secreto, entendido como desconocido o de difícil acceso para la mayoría de nuestros competidores;

2) debe otorgar una ventaja competitiva con respecto al resto, es decir, ha de ser verdaderamente útil;

3) y debe ser concreto, fácilmente identificable, y valorable económicamente.

Con los requisitos expuestos, se trataría de determinar si en nuestro caso, el producto o servicio que prestamos es fruto de un know-how propio. Si es así, podremos decir con conocimiento de causa que somos diferentes, únicos en el mercado.