La Comisión Europea sanciona a Google con una multa que ha alcanzado la cifra de 4.340 millones de euros. La sanción, esperada desde hace algunos días, es la mayor impuesta por la Unión Europea en toda su historia y supera a la que ya impusiera Bruselas a Google por favorecer a Google Shopping, su servicio de comparación de precios. En ambos casos, la causa es por la posición dominante de Google respecto a fabricantes como Huawei, Xiaomi o Samsung. Todos estos fabricantes utilizan Android, sistema operativo con el que operan el 80% de los dispositivos en Europa.

En este caso, la Comisión entiende que se ha producido abuso de poder por la exigencia de Google de que los dispositivos que utilizan Android instalen necesariamente Google Search y el buscador Chrome para poder disfrutar de una licencia de su tienda Play Store. La UE entiende esta exigencia de Google como un intento de favorecer sus servicios e intereses, en particular en lo que se refiere a su negocio de publicidad, lo cual supone una vulneración de los principios de libre competencia que propugna la UE. Otra de las prácticas de Google que ha motivado la sanción por parte de las instituciones comunitarias sería la prohibición por parte de la multinacional a los fabricantes de dispositivos de vender smartphones cuyos sistemas operativos estén basados en el código fuente de Android.

La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager señala en un tuit que la multinacional “ha cimentado su poder dominante como buscador, negando a sus rivales una oportunidad para innovar y competir en sus méritos”, algo que va en contra de leyes antitrust de la UE. No en vano, la Comisión asegura incluso tener pruebas de que el abuso de posición dominante de Google llegó a impedir el desarrollo de sistemas alternativos a Android, como por ejemplo “Fire OS”.

La investigación arrancó en 2015, y ya en 2016 las instituciones comunitarias procedieron a la remisión a la compañía de un pliego con las acusaciones pertinentes. El anuncio se habría retrasado como consecuencia de las recientes tensiones entre la Unión Europea y el gobierno de Donald Trump. Ahora Google dispone de un plazo de 90 días para llevar a cabo las medidas efectivas necesarias. La compañía por su parte ha anunciado por medio de Sundar Pichai, CEO de la compañía, que recurrirán la resolución de la Comisión y que “la decisión (de la Comisión) ignora el hecho de que los móviles Android compiten con los teléfonos con iOS”, que comercializa Apple.

Fuente ELDERECHO.COM